El detrás de escena de la marca de las cacerolas

El camino que hace un diseño industrial es, a menudo, un misterio para el público. ¿Qué se esconde detrás de un logo, de una forma, de un color? En el caso de Essen, la respuesta tiene que ver con una historia de casi dos décadas de innovación, riesgo y confianza.

Lo cuenta Alejo Estebecorena, el diseñador industrial que junto a su estudio HEDS Design Partners y un equipo multidisciplinario fue responsable de esa transformación visualmente evidente.

La relación de Estebecorena con Essen comenzó en 2008 con el pedido del rediseño del logo. El primer gran reto fue romper con la tradición. El logo original, encerrado en un círculo que simulaba una olla, limitaba la percepción de la marca. “Fue un desafío muy grande porque ese logo tenía 30 años en aquel momento”.

Ese trabajo abrió la puerta a un cambio mucho más profundo: redefinir la estética de los productos. En 2011, Marcela Elgart se sumó como gerenta de Producto en Essen y, más tarde, Juan Fonrouge asumió como jefe de Producto, consolidando un equipo de trabajo que ya ha creado más de 200 objetos.

Essen era sinónimo de calidad y durabilidad, pero su icónico color marrón (habano, en realidad) necesitaba una evolución. El directorio no estaba convencido con el cambio, pero la apuesta funcionó y la confianza se consolidó.

Asumir los riesgos

“Nunca se habla en diseño de que vos proponés ideas pero tiene que haber alguien que puso la plata y asumió el riesgo”. Este es un punto clave de su filosofía: el diseñador no es una figura aislada. Fue apoyado y sostenido por un equipo y su visión solo se materializa gracias a la simbiosis con la industria.

Estebecorena cuenta que hay proyectos que se gestan a lo largo de años y que requieren una mirada a futuro, una capacidad de anticipar el mercado. “Muchas de las cosas después las vas viendo; y a los tres años ya no son tan locas”, explica. La clave está en lanzar el producto en el momento exacto, cuando la audiencia está lista para aceptarlo.

Un ejemplo es la doble sartén Flip, que de ser un monoproducto se convirtió en una línea completa. “¿Cuál es el producto más vendido? Bueno, de esto hay que hacer una línea de productos ¿Por qué no hacemos una redonda?”, rememora. Esta convicción llevó a rediseñar un clásico para convertirlo en un producto que, a su vez, daría origen a otros.

Así, esas preguntas dieron lugar a un nuevo diseño funcional como la bisagra que permite separar las piezas, el cierre magnético o la “ventanita” de escape de gases. Cada uno de estos detalles implicó un desafío en sí mismo.

“No es fácil diseñar una cacerola”, comenta quien ha proyectado desde hoteles hasta armas. “Es un desafío particular porque tiene que soportar 300 grados de temperatura y luego ser sometida a un lavado agresivo. Es por esto que los productos de Essen tienen otros atributos que los distinguen, como la calidad, y también la durabilidad y la funcionalidad”asegura Estebcorena.

El punto justo

Según Alejo, la paleta de colores de los últimos años es un reflejo sociológico. “Después de la pandemia, en lugar de una explosión de alegría, se impusieron los tonos pastel, desdibujados. Y en un mundo donde la inversión se detuvo, la innovación también se volvió más cauta”.

Finalmente, el diseñador vuelve a la idea de que el diseño es una disciplina colaborativa, donde la idea original se moldea y surge en una construcción social. “Yo creo mucho en eso. Si no, tenés que ser un artesano. Hacerlo vos y resolverlo vos solo. Pero somos un montón de personas las que hicimos esto”, dice acariciando la Flip Nuit.

El trabajo en equipo no está exento de desafíos, especialmente cuando se conjugan las “ideas locas” del diseño con las posibilidades tangibles de la fábrica en Santa Fe.

Aclara que no se trata de un proceso lineal, sino de un diálogo constante y, muchas veces, conflictivo, con el equipo de producción, un grupo que no vive en una torre de cristal, sino “pegado a la fábrica”. Este es, sin duda, el verdadero motor de la innovación.

A la tecnología se suma el pilar irrenunciable del proceso: la funcionalidad. Es allí donde se resuelven las preguntas más esenciales: “¿Me quemo?, ¿Se rompe? ¿Se puede hacer la torta?”, dice refiriéndose a la capacidad icónica de las Essen de funcionar como un horno pero sobre las hornallas.

Para lograrlo, confiesa que hay que tener un dominio absoluto de la ingeniería del material, controlando la concentración y la circulación del calor a través del aluminio. En ese punto de encuentro entre la tecnología, la funcionalidad y las ideas creativas, es donde finalmente el diseño combina todas las partes para generar un producto que no solo es lindo, sino que funciona.

Sellos de excelencia

Como parte de su estrategia de internacionalización, Essen decidió presentarse por primera vez a los Red Dot Design Awards, uno de los premios de diseño más prestigiosos del mundo. El resultado fue contundente: fue el único producto que presentaron y se hicieron con el premio.

La empresa fue distinguida con el Red Dot Design Award 2025 en la categoría Diseño de Producto. El premio, otorgado desde 1955 por el Design Zentrum Nordrhein Westfalen en Alemania, reconoce a productos que se destacan por su excelencia en innovación, estética, funcionalidad y experiencia de usuario. Flip Nuit fue elegida por un jurado internacional entre miles de postulantes de más de 60 países.

Con esta distinción, Essen se convirtió en una de las pocas marcas argentinas en recibir este reconocimiento, compartiendo escenario con gigantes globales como Apple, Mercedes-Benz, Sony y Adidas.

La Flip Nuit fue fabricada en la planta de Venado Tuerto, Santa Fe; y entre las características que le valieron el galardón se destacan su multifuncionalidad, el ahorro energético y el uso de materiales reciclados y libres de PFOA.

Alejo Estebecorena y Marcela Elgart aseguran que el proceso para postularse implicó meses de preparación. “Fue un proceso muy riguroso y exigente que también requirió llevar el producto a Alemania”, recuerdan.

Por otro lado, la gerente de Producto de Essen agrega que “en Argentina, el reconocimiento de la marca es del 95%, pero en el resto de Latinoamérica no llega a tanto”. Por eso, esperan que el premio simplifique la entrada a nuevos mercados como México, ya que valida la inversión de la marca en tecnología.

A principio de octubre, además, recibió un nuevo galardón: el Sello Buen Diseño (SBD). El Gobierno Nacional distinguió a 478 productos por su calidad e innovación en la 13° edición. La Flip Nuit fue evaluada junto a más de 1000 productos.