Noticias hoy
    En vivo

      Mirtha Legrand, la Reina del espectáculo argentino

      • Nuestra cultura no tiene tradición monárquica, pero Mirtha ha establecido una realeza popular. Con legado y sucesión, como corresponde a toda corona.

      Mirtha Legrand, la Reina del espectáculo argentinoMirtha Legrand, la reina de la televisión argentina, en 2017 con uno de los tres Martín Fierro que ganó en su carrera. Foto Clarin

      Para 1941, en algunas casas argentinas ya había tostadoras eléctricas con doble ranura. ¿Pueden ustedes imaginar un mundo así? Tostar dos rebanadas de pan y tostarlas a la vez. La marca Toastmaster, además, tenía un modelo que incluía temporizador. Imagínense no tener que esperar delante del aparato a que el pan se pusiera crujiente porque te ibas, volvías y tus tostadas ya estaban ahí. Wow. En 1941, también, se estrenó Los martes, orquídeas, la película que consagró a la joven soñadora Mirtha Legrand como una estrella de masas.

      En 1960 nacieron los canales 9 (en junio) y 13 (en Octubre). Después de casi una década de pantalla única, la del 7, de golpe podías cambiar de canal. ¿Pueden ustedes imaginar un mundo así? Cambiar de canal significó que hubiera opciones y que hubiera opciones significó que hubiera competencia. Nadie lo medía aún, pero digamos que nacía el rating, que es como decir que nacía de vuelta la mismísima televisión. Wow. En 1960, también, se estrenó La Patota, la película de Daniel Tinayre que consagraría como actriz mayor de la nación a Mirtha Legrand de Tinayre.

      Almorzando con Mirtha Legrand, más de medio siglo en la TV. Del blanco y negro al color y del color al HD. Empezó en 1968 y pasó por varios canales.Almorzando con Mirtha Legrand, más de medio siglo en la TV. Del blanco y negro al color y del color al HD. Empezó en 1968 y pasó por varios canales.

      En 1968 una nueva revolución francesa, esta vez puesta en marcha por estudiantes utopistas y trabajadores con perspectiva de clase, le decía al mundo que, uno, prohibido prohibir. Y dos: la imaginación al poder. Se venía el zurdaje. ¿Pueden ustedes imaginar un mundo así? En la Argentina, mientras tanto, nacía un nuevo programa de televisión: Almorzando con las estrellas. Lo conducía Mirtha Legrand quien, con 41 años, ya había protagonizado 36 largometrajes y no volvería a hacer ninguno más. Wow.

      En 2025, con 98 años, Mirtha Legrand se sienta en la mesa de su programa y se pregunta, le pregunta a sus invitados, le pregunta a su audiencia: ¿Hasta dónde vamos a llegar con esto de la inteligencia artificial? Wow, ¿pueden ustedes imaginar un futuro así?

      En estos últimos 80 años, Mirtha Legrand ha estado ocupada trabajando. Es un dato, incontestable dato, al que seguramente le corresponde un paquete de interpretaciones derivadas todas de la misma pregunta: ¿trabajando en qué?

      Mirtha y Susana, dos leyendas de la TV argentina.Mirtha y Susana, dos leyendas de la TV argentina.

      Bueno, en darle a este país, a esta cultura sin tradición monárquica, una realeza, podríamos responder. Símil melamina, pero finalmente una realeza popular también. Con legado y sucesión, como corresponde a toda corona. Con sangre francesa en su composición dinástica, y el mandato de una disciplina sobre el gobierno del cuerpo y de la estampa. Nunca un jean, nunca una zapatilla, construyen también el grabado de la Reina Madre, de la Reina Abuela. De la Reina a secas.

      Censuras flojas de papeles, facturaciones y publinvitados. Ha estado trabajando en ganarse el derecho a no tener que responder sobre lo que no quiera responder, por ejemplo. Está bien, el tiempo dignifica.

      En corroborar para todos nosotros el poder de la longevidad sin el arbitrio senil del deterioro y el derrumbe. En marcar nuevos límites para la criatura humana frente a la corrosión del tiempo. Ha estado trabajando en darle forma a un tipo de inspiración: una que se planta frente al mandamiento del crepúsculo y entrega la certidumbre de que siempre queda un día más por vivir.

      Inspirar es conducir: la vida de Mirtha Legrand es la verificación de que podés ser una chica de provincias, nacida en Villa Cañás, llamarte Martínez Suárez y así y todo darle a la historia de un país el espectáculo de una soberana, un cierto tipo de majestad. Lloró con todos nosotros la muerte de un marido. Lloró con todos nosotros la muerte de una hermana y de un hijo. Sin embargo ahí está, ahí sigue estando, de pie, diciéndonos que se puede. Que hay que dejar mil veces la piel, pero se puede.

      Mirtha Legrand en cine: Los martes, orquídeas, película de 1941Mirtha Legrand en cine: Los martes, orquídeas, película de 1941

      Buscando pensarla, queriendo dejarla dicha, Beatriz Sarlo dijo de Mirtha Legran que encontraba en ella un tipo de instrucción, de pedagogía permanente, que podía resumirse en una “moral edificante de las pasiones”. Otra vez: inspirar, conducir.

      Tiene un libro, la señora. Se llama El libro de oro de Mirtha Legrand (Planeta, 1997) y como suele ocurrir, el que habla no es el título sino la bajada: “cómo vivir con elegancia y recibir con distinción”. Mirtha tutorial, Mirtha modales en la mesa, Mirtha y las formas correctas, Mirtha y el manual de instrucción del ser y la dama, Mirtha y su señalización de aristócrata posible, al alcance de la mano, no para cualquiera pero sí para quien se atreva. Mirtha y su venta de modales para las millones de nadies que se soñaron en ella. Mirtha y una forma de ser frente al mundo y la existencia: nunca un jean, nunca unas zapatillas.

      Mirtha Legrand y su descendencia: su hija marcela, su nieta Juana y su bisnieta Ámbar. Foto: ClarínMirtha Legrand y su descendencia: su hija marcela, su nieta Juana y su bisnieta Ámbar. Foto: Clarín

      El libro dice, lo dice textualmente y sin ironías, que la distinción y la elegancia “se pueden aprender”. Dice que “con esfuerzo y con tesón los modales se pueden aprender”. Es un momento del libro donde la provincianita Martínez Suárez parece estar hablándole a la señora Mirtha Legrand de Tinayre. Es una línea escapada del inconsciente y que llega hasta la página como un balsero que alcanza la orilla. La distinción y la elegancia se pueden aprender es una línea fugada de sus controles parentales y que al final termina componiendo a una mujer que se habla a sí misma.

      Ha estado trabajando en quedar estampada sobre el lienzo de la memoria popular. En darle silueta a un sujeto indeleble. En ser para siempre, ha estado trabajando Mirtha Legrand, sabiendo que hay una sola y verdadera muerte: la de ser olvidada.

      Mirtha Legrand (23-2-1927)

      Desde su debut en el cine a sus 14 años con Los martes orquídeas, se convirtió en una referente del espectáculo. Actriz y presentadora de TV (de un ciclo que lleva más de seis décadas), es una histórica del espectáculo.


      Sobre la firma

      Alejandro Seselovsky
      Alejandro Seselovsky

      Bio completa