La Noche de Velitas, celebrada cada 7 de diciembre, marca el inicio de las festividades navideñas en diversos países latinoamericanos. Esta tradición, arraigada en la cultura popular, tiene sus raíces en la conmemoración de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y se ha convertido en una festividad llena de significados y simbolismos.
La celebración de la Noche de Velitas encuentra su origen en la festividad católica de la Inmaculada Concepción, que conmemora la concepción sin mancha de pecado original de la Virgen María.
La noche inicia con rezos y cánticos religiosos en familia, seguidos por la encendida de las velitas y faroles. En algunos lugares, se realizan procesiones que culminan en iglesias, fortaleciendo los lazos comunitarios y espirituales.
Este simbolismo representa la luz que guía el camino hacia la celebración del nacimiento de Jesús, marcando el inicio del Adviento y recordando la pureza de María.
Con el paso del tiempo, la celebración de la Noche de Velitas ha experimentado adaptaciones modernas. La tecnología ha permitido la creación de faroles eléctricos y decoraciones luminosas, manteniendo viva la esencia de la tradición de manera innovadora.
Este evento es especialmente relevante en países de mayoría católica como Colombia, Ecuador y México, donde la tradición se ha arraigado profundamente. Además la celebración se ha expandido más allá de las fronteras católicas. pues países como Venezuela, Panamá, Perú y Guatemala se suman a la celebración, adaptándola a sus propias costumbres y rituales.
En países como México y Guatemala, la Noche de Velitas ha incorporado elementos de las tradiciones indígenas, fusionando la espiritualidad católica con antiguas prácticas rituales. Este sincretismo cultural enriquece la festividad y la convierte en una expresión única de identidad.
Aunque Argentina no tiene una arraigada tradición en la celebración de la Noche de Velitas, algunas comunidades católicas y personas de ascendencia colombiana, ecuatoriana o mexicana han adoptado la costumbre. En Buenos Aires, por ejemplo, es posible encontrar eventos y celebraciones en barrios con presencia de estas comunidades.
Las personas suelen encontrarse en la noche para prender velas en el Obelisco de Buenos Aires desde las 20. También venden comidas y dulces típicos de sus países. Y en La Plata en las escalinatas de La Catedral desde las 17.
La Noche de Velitas trasciende su origen religioso para convertirse en un vínculo espiritual que une a comunidades en torno a la luz, la esperanza y la celebración de la Navidad.
Una familia enciende velitas el 7 de diciembre. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda
Este evento es especialmente relevante en países de mayoría católica como Colombia, Ecuador y México.
Países que celebran la noche de velitas. Foto: Freepik
