La Navidad suele asociarse con alegría, unión y esperanza. Sin embargo, no todos viven estas fechas con entusiasmo. El contraste entre el clima festivo y las emociones personales puede convertirse en un detonante. Quienes no logran conectar con el espíritu navideño suelen experimentar tristeza, ansiedad o nostalgia.
Según Paula Méndez, psicóloga clínica especializada en salud emocional estacional, durante diciembre aumentan las tensiones internas porque la cultura exige felicidad. Para quienes atraviesan duelos o estrés, esa expectativa funciona como un recordatorio incómodo de lo que no tienen.
Cuál es la causa del no festejo de Navidad
Psicólogos coinciden en que esta época puede activar tensiones familiares, duelos no resueltos, comparaciones y la sensación de “aparentar estar bien” aunque la realidad personal sea distinta.
La psicóloga clínica Marina Mammoliti, speaker internacional y fundadora de la plataforma de Psicología & Bienestar de Psi Mammoliti, explica que “las fiestas conmueven, reavivan duelos y tensiones familiares, y muchas veces la mejor forma de cuidarse es evitar rituales que no generan bienestar”.
Por qué la soledad, la ansiedad y los conflictos familiares complican el espíritu navideño. Foto: ilustración ShutterstockA esto se suma la presión cultural por estar feliz, algo que, según el psicólogo Víctor Amat, especialista en terapia emocional, puede ser contraproducente: “Cuando uno tiene que forzar aquello que es espontáneo, como la felicidad, se pierde autenticidad emocional”.
Por eso, cada vez más personas eligen vivir las fiestas a su manera, desde la calma o incluso sin festejar, priorizando su salud mental.
Comportamientos típicos de quiénes rechazan la Navidad
- Evitar decoraciones, villancicos y rituales navideños.
- Aislarse de reuniones sociales.
- Mostrar irritabilidad, apatía o tristeza.
- Criticar el consumo excesivo y la “hipocresía” festiva.
La pandemia profundizó este fenómeno: duelos, incertidumbre y ansiedad dejaron huellas que hacen que diciembre pese más que antes.
Frente a esto, los profesionales recomiendan reconocer las propias emociones sin culpa, establecer límites claros ante reuniones que generen tensión y construir rituales más íntimos o personalizados.
Buscar apoyo profesional puede ayudar a procesar duelos, ansiedad o estrés de fin de año. Foto: ilustración ShutterstockPara quienes sienten angustia o cansancio emocional, también es válido buscar acompañamiento terapéutico y priorizar el descanso y el autocuidado durante estos días.
Raquel Tomé López, psicóloga y psicoterapeuta del Centro Guía de Psicología y Psicoterapia de Madrid, señala que muchas personas experimentan lo que se llama “depresión blanca” o “blues navideño”: un estado de ánimo bajo, tristeza o melancolía durante diciembre, no como un trastorno formal, sino como una reacción emocional al contexto festivo, los recuerdos, la soledad o la presión social.
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