"Desde muy chica que mi vida gira en torno a Jane Austen", dice una mañana de sol la periodista Juana Libedinsky. La charla es una de las muchas que dará sobre su libro Queremos tanto a Jane (Seix Barral), una serie de ensayos y crónicas sobre las muchas maneras que la autora inglesa sigue siendo actual pese a haber nacido hace 250 años.
Jane Austen. Archivo Clarín.El aniversario redondo, e imponente, amerita celebraciones, bailes, congresos y conferencias. Libedinsky se propuso en los últimos meses recorrer y narrar esas actividades, de Londres a Bath, de Chawton a Winchester, y por supuesto en Nueva York, donde reside, y en Buenos Aires, donde nació y siempre regresa. En cada ciudad, los fans son legión.
"Si bien siempre sabía del interés mundial que generaba, como pasión-pasión siempre la sentí como algo muy personal", anota en el libro y retoma esta mañana.
Claro que Juana Libedinsky sabía del interés que la autora de Orgullo y prejuicio genera en todo el mundo. Lo que desconocía era la dimensión comunitaria que ese interés podía construir. Porque incluso ahora, cuando su nombre garantiza reediciones, público en los cines y clicks en los medios, la literatura de Austen no califica como "prestigiosa".
Las (y los) Janeites
Pese a eso, la periodista argentina se las ingenió para hacerle espacio en su vida a su condición de "Janeite" (término utilizado desde el siglo XIX para "quienes sentimos una conexión emocional intensa con las novelas, los personajes y el universo moral de Austen", puntualiza).
Sucedió cuando se transformó en la asistente de la socióloga Francis Korn en uno de sus trabajos sobre la Buenos Aires del Centenario y descubrió que la académica era tan "Janeite" como ella y que había logrado que Adolfo Bioy Casares reconociera los méritos de Austen.
Y volvió a pasar cuando completó una maestría en Sociología de la Cultura en la Universidad Nacional de San Martín con una tesis dedicada a la autora de Sensatez y sentimiento.
Juana Libedinsky, periodista y lectora apasionada de Jane Austen, vestida de época. Foto: Ariel Grinberg.Pero ahora, tras meses de congresos, entrevistas, bailes y estudio, de mujeres y hombres tan interesados como ella, de viajes y de sorpresas, Juana Libedinsky asegura que Jane Austen le regaló algo nuevo e inesperado: "Fue maravilloso descubrir que lo que durante años había vivido como una pasión íntima se podía vivir también como una pasión tan extraordinariamente masiva, pública y popular". Porque la felicidad compartida siempre es más felicidad.
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