

En el último informe ambiental del año presentado en el Concejo Deliberante por la Municipalidad capitalina quedaron en evidencia los avances y las dificultades que hay en esta problemática. Al llegar a los dos años de la emergencia ambiental sanitaria, la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Julieta Migliavacca, resaltó “el aumento sostenido del porcentaje de basurales erradicados”, si bien en el informe se indica que se detectaron 19 vertederos nuevos, se destaca que un total de 34 fueron saneados.
Se sabe que se trata de uno de los problemas a la vez urgentes y estructurales de San Miguel de Tucumán. Sus accesos y la avenida de Circunvalación han estado siempre afectados por los pequeños o grandes vaciaderos clandestinos, a tal punto que era un “clásico” de los visitantes criticar el hábito de la gente de arrojar residuos a la vista del recién llegado. Un estudio del Conicet hecho con satélites reveló hace dos años que había 500 basurales clandestinos en la Capital y el área que la circundaba, y al asumir la actual gestión se habían detectado 387 vaciaderos, con lo que uno de los propósitos centrales fue precisamente trabajar para erradicarlos. Este año, a partir de una nueva forma de medir los basurales, esa cifra creció a 442, de los cuales 265 eran crónicos y 177 permanecían erradicados, según el informe del segundo trimestre. Entonces la secretaria dijo: “Tenemos un 40% de los basurales erradicados, o sea que hemos avanzado un montón en lo que es el 100% de los basurales”.
Al finalizar el año, el último informe indica que hubo una suba: de 448 basurales existentes en agosto, pasaron a 461 en octubre. “Esta diferencia es el resultado del fortalecimiento de la capacidad municipal para detectar, registrar y actualizar el mapa de basurales con mayor nivel de detalle”, afirmó en el escrito. “Este incremento no implica la aparición de basurales nuevos, sino la identificación de puntos que históricamente no habían sido registrados, ya sea por la dificultad de acceso o porque se encuentran en áreas que no están bajo jurisdicción municipal”. En paralelo se advierte que, mientras que el total de basurales aumentó porque se hizo una detección más fina, la cantidad de vertederos activos descendió de 271 a 250. “En paralelo, la cantidad de basurales inactivos continúa creciendo, reflejando una mejora real en el saneamiento urbano”, agrega el texto.
La Municipalidad ha incorporado una serie de operativos, como los programas Separá, Transformá y Educá –que han generado más comodidad para el ciudadano a la hora de hallar destino para sus residuos habituales y también los no convencionales- así como tareas coordinadas con el Gobierno de la provincia, como ser la limpieza de los canales para reducir los riesgos de anegamiento.
Además, se ha implementado el seguimiento de la Guardia Municipal a los infractores, aunque por ahora no hay claridad en cuanto al sistema de medición de infracciones y cobro de multas. Hay un proceso de cambios y adaptación en el Tribunal de Faltas; hay una fiscalía ambiental creada que por ahora no está funcionando a pleno y hay un sistema de gestión ambiental que incluye un código de convivencia ambiental que están en estudio. La propuesta es un organismo articulador para coordinar las políticas ambientales entre todas las áreas del municipio; administrar un Registro de Infractores Ambientales y monitorear el estado ambiental de la ciudad; e intervenir ante emergencias.
Eso, junto con las tareas de concientización ciudadana, como se ha visto con respecto al cuidado del parque 9 de Julio entre el Día del Amigo y el Día del Niño, ha de ser fundamental para llegar a un cambio y una mejora sostenidos en el tiempo.







