La rutina sin descanso de Leandro Brey para el 2026: ¿tiene chances de pelearle el arco a Marchesin?

Mientras muchos aprovechan el receso para bajar un cambio, Leandro Brey eligió ir por otro lado. En las últimas horas, el arquero de Boca subió a sus redes un video entrando al gimnasio en plenas vacaciones. Todo con la ropa de entrenamiento de la Selección Olímpica, esa misma con la que fue parte de los Juegos de París 2024. El mensaje, sin decirlo, fue claro: el verano también se juega.

En el video, que no dura más de un minuto, se lo ve con rutina completa y sin pausa: trabajo de pesas, recepción con elevación de brazos, piernas con peso muerto, abdominales y un trote controlado, y claro está, no es una postal aislada.

Es el reflejo de un momento particular para el arquero, que a los 23 años atraviesa una etapa de transición, espera y preparación. Porque si algo dejó en claro el 2025 es que sus oportunidades fueron contadas. Apenas seis partidos oficiales en todo el año, con apariciones puntuales y contextos pesados.

Un año de pocas chances, pero con señales

Su estreno este 2025 fue en el debut del año: el 4-0 ante Argentinos de Monte Maíz por Copa Argentina. Después, en la inauguración del Apertura frente a Argentinos en la Bombonera, el empate en Santa Fe ante Unión y la noche tensa del repechaje de Libertadores ante Alianza Lima, cuando ingresó para la definición por penales en lugar de Marchesin.

Tuvieron que pasar seis meses hasta volver a ponerse los guantes en Boca: fue en Mar del Plata, tras la lesión de Agustín en el 2-0 a Aldosivi. Y su última función, en Rosario, contra Central, con ese partido marcado por el gol olímpico de Di María que abrió las dudas sobre él.

Sin continuidad en Primera, Brey volvió a donde todo empezó: la Reserva de Mariano Herrón. Bajó para dar una mano y terminó siendo titular y clave en el tramo decisivo. Boca fue campeón del Torneo Proyección, venció a Gimnasia LP en la final y luego a Vélez en el Trofeo de Campeones. Brey respondió cuando hizo falta, otra vez...

Hoy, con Marchesin consolidado como arquero titular y con intereses que empiezan a aparecer desde otros clubes, la postura del club es clara: Brey no se va. Riquelme lo dijo en su momento: "Es el arquero del futuro de Boca". Y el pibe es consciente de que, para pelearle un lugar a Marche, tendrá que dar más.

Y por lo visto, el propio Brey lo entendió así. Por eso no afloja, por eso entrena en vacaciones y por eso ya empieza a pensar en un 2026 mejor, acaso, como el año de su despegue definitivo...