La estructura directiva de Red Bull Racing atraviesa una nueva etapa tras confirmarse la salida de Helmut Marko, una de las figuras más influyentes en la historia reciente del equipo de Fórmula 1. En su lugar, la escudería incorporó a Alistair David Rew, actual director financiero de Red Bull GmbH, quien fue designado como nuevo director de la organización, de acuerdo con registros oficiales del Reino Unido.
El nombramiento de Rew, de 52 años, figura desde el 19 de diciembre en Companies House, el registro mercantil británico, y se extiende también a otras áreas estratégicas de la compañía, como Tecnologías Avanzadas y Trenes Motrices. Su llegada se enmarca en una serie de cambios internos que Red Bull viene realizando desde la muerte de Dietrich Mateschitz en 2022, un período marcado por la salida de nombres históricos dentro de la escudería.
En ese contexto, la desvinculación de Marko se suma a las partidas previas de Adrian Newey y Christian Horner, lo que terminó de redefinir la cúpula del equipo de los Dos Toros. El propio asesor austríaco explicó que la frustración por no haber conseguido el campeonato mundial en Abu Dhabi fue determinante para adelantar su salida, pese a que su contrato se extendía hasta finales de 2026. Según medios alemanes, la rescisión anticipada habría incluido una compensación cercana a los 10 millones de euros.
Aunque Rew ocupa ahora un rol estatutario clave, su función concreta dentro del día a día del equipo de Fórmula 1 aún no está del todo clara. De acuerdo con la prensa alemana, la gestión deportiva continuará bajo el liderazgo de Laurent Mekies, quien seguirá siendo la cara visible de la escudería. Esta distribución responde a la política interna de Red Bull de evitar la concentración de poder en una sola figura y optar por una conducción compartida.
Antes de la designación de Rew, Red Bull había nombrado a Stefan Salzer como director tras la renuncia de Horner, aunque su paso fue breve y dejó el cargo apenas una semana antes de la salida formal de Marko. Estas decisiones habrían sido impulsadas por Oliver Mintzlaff, uno de los ejecutivos con mayor peso dentro de la compañía.
En medio de la reconfiguración, también surgieron versiones sobre un posible regreso de Sebastian Vettel a la estructura, esta vez fuera del cockpit. El propio Marko había señalado en su momento que el tetracampeón mundial sería el “candidato ideal” para ocupar su puesto, aunque por ahora el alemán se mantiene alejado de roles formales, centrado en proyectos personales y causas medioambientales.
La última etapa de Marko en Red Bull estuvo atravesada por las tensiones internas que durante años compartió con Horner, una interna que quedó definitivamente atrás con la salida de ambos. Pese a las versiones, el austríaco siempre minimizó los conflictos y sostuvo que nunca se trató de enfrentamientos personales.
Con más de dos décadas dentro del equipo, Marko dejó una huella profunda, especialmente por su trabajo al frente del programa júnior, desde donde impulsó carreras como las de Vettel y Max Verstappen. Bajo la gestión conjunta iniciada en 2005, Red Bull pasó de adquirir estructuras sin éxitos a convertirse en una potencia dominante de la Fórmula 1, con 14 títulos mundiales y 130 victorias en grandes premios, cerrando así un ciclo histórico dentro de la escudería.