Crocante por fuera y derretida por dentro, la provoleta es un lujo que pagamos con satisfacción por el placer que promete. La pera al vino blanco aporta frescura y dulzura en un bocado pleno de contrastes, mucho más sabroso y complejo que el que nos otorga la provoleta a la parrilla hecha de forma convencional. Esta es una receta de Sebastián Cardamoni, chef de la premiada parrilla Fogón.
Ingredientes
- 1 provoleta de 1.5 cm de espesor
- 1 pera mediana
- 500 ml de vino Torrontés
- 50 g de azúcar rubia
Preparación
Paso 1
Reducir el vino con el azúcar a la mitad (250 ml).
Paso 2
Agregar la pera cortada en 4 y dejar reposar fuera del fuego 20 min.
Paso 3
Retirar las peras, reducir el liquido sobrante a 100 ml aproximadamente para poder usarlo como salsa. Dejar enfriar y reservar
Paso 4
Sobre una plancha no demasiado caliente poner la rodaja de provoleta de 1,5 cm de grosor aproximadamente. Mantener hasta que se dore de un lado y se vaya fundiendo el queso. Al momento de dar vuelta también poner los cuartos de pera en la plancha.
Paso 5
Cortar la provoleta en 4 porciones, poner un trozo de pera por encima de cada porción y agregar un poco de la reducción de Torrontés por encima.
Tips
El verdadero secreto para que la provoleta salga perfecta es dejarla “orearse” por 24 horas. Debe quedar sequita de ambos lados para que luego se forme la riquísima costra que la caracteriza.
Además de las peras le quedan bien otros agregados como cebollas caramelizadas, jamón crudo, tomates secos o rúcula.