Una versión más liviana del clásico navideño que conserva la esencia de la receta original, pero con un giro moderno y accesible para preparar todo el año.
Aunque no es una empanada sino una tarta, este plato llegó con la inmigración gallega y se instaló en las casas argentinas como un básico del menú familiar donde se prepara, en especial, durante Semana Santa.
Una variante ibérica de nuestras empanadas tradicionales, ideales para quienes buscan una opción de mar en una preparación reconfortante y llena de carácter.
En tiempos de economía ajustada y tiempos cortos, esta tarta se popularizó por su practicidad y sabor. Para disfrutar todo el año junto a una ensalada o como vianda al mediodía.