La fondue es más que una comida, es una invitación a compartir y a disfrutar sin apuro. Perfecta para una noche de invierno o una comida especial con amigos, es un clásico que nunca pasa de moda.
La fondue de queso es una auténtica delicia suiza que fusiona dos o más quesos irresistibles, creando una crema suave y llena de sabor. Su versión más tradicional combina quesos como el Gruyère y el Emmental y se sirve caliente en una olla especial llamada caquelón, colocada sobre un pequeño calentador para mantener la mezcla fundida y sedosa durante toda la velada. Cada bocado sumergido en esta mezcla cremosa es puro placer. Se suele acompañar con pan, papas, vegetales y hasta frutas.
Ingredientes
- 1 dientes de ajo
- 250 cc de vino blanco
- 250 g de queso Gruyere
- 250 g de Emental
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 cucharada de almidón
- 30 cc de kirsch (licor de cerezas), se puede reemplazar por más vino blanco
- 200 g de pan en trozos
Preparación
Paso 1
Rallar grueso los quesos.
Paso 2
Frotar con el ajo la olla o caquelón donde se preparará la fondue.
Paso 3
Agregar el vino y calentarlo hasta que rompa el hervor.
Paso 4
Añadir los quesos, bajar el fuego, y revolver continuamente en forma de ocho.
Paso 5
Cuando se hayan derretido los quesos, sumar la nuez moscada.
Paso 6
Diluir el almidón en el kirsh o el vino blanco y agregarlo a los quesos, mezclando continuamente.
Paso 7
Servir con trozos de pan, y si se desea, sumar vegetales.
Tips
Mezclar variedades quesos como Fontina o queso azul para un toque más intenso.
Usar un vino blanco seco, como un Sauvignon Blanc o un Chardonnay, no solo aporta sabor, sino que ayuda a que los quesos se fundan de manera uniforme.
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Sobre la firma
Juan Braceli
Cocinero y comunicador, estudió en la Escuela del Gato Dumas y formó parte del exitoso programa “Cocineros argentinos”.