Estos pequeños bocados dorados, tiernos por dentro y ligeramente crocantes por fuera, con perfectos para acompañar un rico té o café en cualquier momento del día.
Sin aspiración de ser un pan dulce, este budín con espíritu festivo mezcla frutas abrillantadas con una masa húmeda y el perfume típico de las fiestas.
También conocidos como kreppel, este clásico europeo de masa esponjosa y aroma a hogar, es una opción delicada a las tradicionales tortas fritas criollas.