El hummus es una de las preparaciones más emblemáticas de la cocina del Medio Oriente que ha conquistado paladares en todo el mundo. A base de garbanzos cocidos, pasta de sésamo (tahini), aceite de oliva, limón y ajo, esta crema suave y nutritiva combina tradición, sabor y beneficios para la salud. Esta receta es del chef Tomás Kalika, de Mishiguene.
Ingredientes
- 1 kilo de garbanzos
- Cantidad necesaria de agua de cocción
- 15 g de sal entrefina
- 310 cc de jugo de limón
- 220 g de tahina
- 150 cc de aceite de oliva
- 1 diente de ajo en aceite
- 5 g de bicarbonato
Preparación
Paso 1
La cocción de los garbanzos. Hidratar los garbanzos hasta que estén tiernos, (que puedas romperlos al presionarlos con los dedos). Luego, ponerlos a fuego bajo con abundante agua y un toque de bicarbonato. El bicarbonato es el secreto para que queden bien tiernos y cremosos, ¡así se logra esa textura perfecta para el hummus!
Paso 2
Una vez que estén listos, escurrir los garbanzos pero no tirars el agua de cocción. Guardarla porque se utilizará más adelante para darle la consistencia ideal a tu hummus.
Paso 3
Procesar los garbanzos en una buena procesadora (se puede hacer en la Thermomix) junto con el jugo de limón recién exprimido, un buen chorro de aceite de oliva virgen, el ajo en aceite, la sal entrefina y un toque de pimienta.
Paso 4
Empezar a mixear o licuar y, si la mezcla está muy espesa, agregar de a poquito el agua de cocción que se reservó. Esto ayuda a que se procese mejor y a conseguir la consistencia deseada.
Paso 5
Seguir mixeando sin apuro hasta que la mezcla se convierta en una pasta bien ligera, lisa y súper suave. La paciencia es clave en este paso para que no queden grumos y tu hummus sea una delicia.
Paso 6
Es el momento de sumar el ingrediente estrella: la tahina. Agregarla a la mezcla y volver a mixear hasta que se obtenga una textura sedosa. La tahina no sólo aporta sabor, sino que también contribuye a esa cremosidad característica del hummus.
Tips
Para un toque final de chef, dejar enfriar el hummus. Una vez frío, volver a procesarlo con un cubo de hielo. Este truco es fundamental para mejorar aún más la textura y darle un brillo espectacular que lo hace irresistible.
Comprar garbanzos frescos acorta el tiempo de remojo. Acompañá el hummus con pan pita.